Psicopatía
13.11.2017
Tu egocentrismo se ha tomado el placer
de follarse a mi insomnio.
Así como el magnetismo de tus huellas
insiste en poseer mis estímulos.
Me embriagas entre tus cuerdas vocales
y no sé si lo prefiero,
pues consigues controlar el instinto,
como la gula lo hace
o el mono de fumar...
Debo reconocer
que aun así me enorgullece ser esclava
de tus preferencias
y dueña de las miradas que me escupes,
y de tu espalda arañada en trazos paralelos
de uñas comidas
y dedos torcidos.
Para almas inquietas e insumisas,
Daina