Poca sangre, mucho drama
Eres un peligro constante. Eres buscar un puto peligro constante. Eres andar colgado de mi cuello sabiendo un acantilado bajo tus pies. Eres la caricia del límite, un límite marcado en una línea más fina que la tira del tanga que llevo puesto. Eres arrancarlo y atarme las muñecas. Eres ceder, cuando el abismo está cerca. Aún no. No ha...